lunes, 30 de marzo de 2009

La historia de Fantasma

En esta historia queria mencionar al caballo que me enseño por primera vez a entender su mundo y a lograr a traves del respeto, la paciencia y la confianza, una relación de amistad que ha marcado a fuego mi vida.
Yo tenia 12 años cuando nos conocimos, era el caballo de Vene, una mujer que amaba los caballos y que fue para mi la persona que me abrio las puertas a este mundo en Argentina. Yo no podia pagar clases ni tener un caballo propio asi que ella me llevaba cada dia a la hipica y me dejaba montar los suyos. Yo montaba un caballo que se llamaba Payaso y empece a saltar con el, hasta que un dia ella se fue de concurso y lo vendio. Para mi fue una gran desilusion, pero fue la oportunidad de empezar a montar a Fantasma. Este caballo tenia fama de loco y asesino, cada vez que lo herraban quebraba a patadas al herrero o a su ayudante, no se dejaba savar de la cuadra por nadie mas que por Vene, si alguien osaba entrar le daba la grupa y si no salia recibia un par de coces. Todos decian que era malo, pero nadie se ponia a pensar en el por qué de sus actitudes. Solo bastaba con verle la marca de fuego en la cara para entender por qué este animal odiaba a la gente. Eso y el hecho de que siempre le pegaron, le tiraban piedras a las patas cuando estaba atado al palenque, le ataban las cuatro patas a la manga para herrarlo... no se, no hay que ser muy perspicaz para entender el por que de sus acciones. Pero solo Vene, que tenia ya sus años y cuyo fisico era fragil como una hoja, conseguia tratar con el a traves del cariño. Cuando me dijo que podia montar a "Fantasmita", pense que me lo decia en broma y los demas me decian que era una locura, pero como siempre me han gustado los desafios acepte.
Fantasma tenia terror de todo, cuando galopaba parecia que huia de una manada de lobos, su cuerpo temblaba y resoplaba de los nervios. Pero no me llevo mucho tiempo conseguir que se relajara, supongo que no fue por mi trabajo sino porque se dio cuenta de que yo no era una amenaza para el. Poco a poco fuimos conectando, no se como ya que en ese entonces no sabia de metodos de doma natural ni nada, solo sabia que si lo acariciaba, le hablaba, y lo llevaba a comer hierba su actitud agresiva pasaba a ser relajada y confiada. Cada vez que llegaba a la hipica sacaba su cabeza y relinchaba cuando me veia ansioso de que lo fuera a mimar un poco y a sacar de la cuadra. Asi con el tiempo llegamos a concursar e incluso a ganar algun que otro premio, ante los ojos atonitos de los demas! Vene al ver esto, vino un dia y me dijo que si lo queria que me lo regalaba. Imaginense mi emocion que nunca antes habia tenido un caballo y que de golpe y porrazo me regalaban uno. Con la ayuda de mis padres, que siempre me han apoyado en todo, nos lo quedamos.
El gran problema que no habia podido solucionar era el tema de los herrajes, cada vez era mas dificil conseguir alguien que quisiera herrarlo y cuando lo conseguia el problema era que el animal terminaba tan golpeado que pasaba una semana dolorido con las patas llenas de raspones y el cuerpo abatido tras la lucha con los herreros. Un dia le pedi al herrero que me dejara estar alli y que no lo metieran en la manga sino que yo lo sujetaria del ramal mientras ellos hacian su trabajo. El hombre al principio se vio reacio de que una chiquilla de 13 años sujetara a la bestia asesina mientras ellos intentaban tocarle las patas... pero insisti y consegui que accediera a mi pedido.
Fue algo increible, Fantasma, que tenia terror a los herreros, se quedo quieto a mi lado y tranquilo mientras ellos lo herraban. Nadie daba credito a sus ojos y yo estaba tan feliz que sentia que me iba a explotar el corazon. A partir de ese dia nunca mas hubo problemas.
Con el tiempo Fantasma empezo a confiar mas en las personas, se dejaba sacar de la cuadra, se dejaba montar por otros que no fuera yo, y el terror de sus ojos se convirtio en una mirada amable y confiada. Fue el mejor amigo que he tenido y nos entendiamos con solo mirarnos... la gente pensaba que yo estaba loca porque hablaba todo el dia con el, pero al mismo tiempo se admiraban del cambio que habia hecho el caballo. El final de esta historia no la voy a contar porque me llena de tristeza hasta el dia de hoy, y eso que han pasado casi 20 años. Pero solo voy a decir que gracias a mi gran amigo mi vida cambio y nunca jamas olvidare lo que me enseño ni la felicidad que logre a su lado.
Yo no entiendo hasta el dia de hoy como puede haber gente que no se de cuenta que no hay caballos malos... solo hay caballos que han sido mal tratados y que todo se puede solucionar con paciencia y cariño. Parece obvio pero siguen habiendo muchos Fantasmas en este mundo esperando a que alguien los entienda y los respete. Ojala que en un futuro estos Fantasmas puedan volver a confiar en el ser humano.